domingo, 3 de septiembre de 2017

VIAJE A JAPÓN 1: KYOTO

Este agosto, aprovechando las 2 semanas de vacaciones que tenía, decidí que era el momento adecuado para convertir en realidad el mayor de mis sueños: viajar a Japón. Como muchos sabéis soy una gran fan de su cultura y tradiciones, tanto antiguas como actuales gracias a que soy Otaku (friki del manga y el anime). 

Junto con Roberto salimos de viaje el día 12 hasta el 27 de agosto, dedicando 3 días a Kyoto, 2 días a Osaka, 2 días a la zona de Hakone y por último 6 intensos días a la inmensa Tokio. Algunos pensarán que son pocos lugares pero queríamos aprovechar al máximo los lugares que íbamos a estar, y así lo hicimos (además de que pensamos volver). A excepción de la zona de Hakone donde si nos alojamos en un hotel Onsen Ryokan típico japones, el resto de nuestras estancias han sido en apartamentos que hemos reservado a través de airbnb. 



En este post os hablaré de nuestro primer destino: la preciosa e histórica ciudad de Kyoto, para mí, lo más bonito del viaje. 

Kyoto es una de las ciudades más importantes de Japón, localizada en la parte central de la isla deHobshu. Cuenta con una población de alrededor de 1 475 000 habitantes, situandose entre las ciudades japonesas más pobladas. 

Su importancia histórica se debe al hecho de que entre los años 794 y 1868 constituyo la capital de Japón. Además, durante la Segunda Guerra Mundial fue la única ciudad japonesa que no resulto bombardeada por la fuerza aérea estadounidense, y por ello cuenta con un rico patrimonio histórico, artístico y arquitectónico. 


En Kyoto se pueden visitar muchísimas cosas, así que decidimos seleccionar unas de ellas y dedicarles el tiempo que se merecían. 

El primer día lo dedicamos básicamente a visitar el santuario de Fushimi Inari-Taisha, que es el principal y más antiguo santuario sintoísta dedicado al espírito de Inari, el dios del arroz y/o patrón de los comerciantes. Por esta razón existe la imagen más representativa de este santuario: el camino de 4 km de torii. Estos Torii han sido donados por los comerciantes para que el dios Inari les de suerte en sus negociones, estando en cada Torii escrito el nombre del comerciante o del comercio.

Con esta visita nos dimos cuenta de que durante dos intensas semanas íbamos a pasar muchísimo calor. No obstante, he de decir que el Fushimi Inari no nos defraudó, es un lugar de obligada visita y el cual disfrutamos muchísimo recorriendo sus 4 km con subidas y bajadas. Una de las cosas características del recorrido, y que podéis ver en las fotografías, es que el lugar esta plagado de figuras de zorros (kitsune en japonés). El zorro es el mensajero del dios Inari y protector de las llaves donde se guarda el arroz y por lo tanto la riqueza.










El segundo día en Kyoto visitamos en primer lugar el Kinkaku-ji (Pabellón de Oro), que forma parte del conjunto de monumentos históricos de la antigua Kyoto declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1994.

Como bien indica su nombre, lo representativo de este templo son sus paredes forradas por pan de oro, y su reflejo en el lago "espejo" que lo envuelve, hacen de él una instantánea preciosa.




Muy cerca del Pabellón de Oro, fuimos a visitar el Ryoan-ji el más famoso templo Zen de Japón, donde admiramos una parte del templo por dentro y su hermoso jardín zen.





De ahí nos trasladamos a la zona de Arashiyama muy conocida por su magnífico bosque de Bambú, el río Katsura y el puente de Togetsu-kyo que lo cruza.



Y llego el tan ansiado tercer día en Kyoto, y es que me hacia mucha ilusión tanto lo que íbamos a visitar como el echo de que quería vestir un yukata.

Comenzamos el día visitando el Santuario shinto de Heian que está diseñado para imitar el Palacio Imperial de Kyoto, y su Torii antes de la entrada principal es uno de los más grandes de Japón. Se pueden visitar también sus jardines japones, y lo disfrutamos muchísimo ya que había muy poca gente, ¡nos salieron una fotos estupendas!






Desde el Santuario Heian fuimos andando hasta la zona de Higashiyama donde se encuentran las calles más emblemáticas de todo Kyoto y un templo que tenía mucha ilusión de ver: Kiyomizu-dera. No obstante, el tejado del templo estaba en obras así que no pudimos verlo con todo su esplendor. Pero antes de eso decidí ir a una casa de alquiler de kimonos y yukatas para introducirme un poco más en las tradiciones japonesas. Alquilé un yukata que es realmente lo que más personas usan normalmente en Japón, sobretodo en verano ya que es más fresquito y sencillo que el kimono. Os dejo la web donde lo alquilé: http://yumekyotokimono.com/, la verdad es que me trataron muy bien y acertaron el look totalmente, con sesión de peluquería también, muy muy contenta con el resultado

Así pues recorrimos toda la zona del templo de Kiyomizu-dera, comimos por la zona y visitamos el barrio de Gion, conocido por ser el barrio en donde siempre han vivido las Geishas. 








Para acabar este maravilloso tercer y último día en Kyoto, nos coincidió que se celebraba uno de los festivales más emblemáticos de la ciudad: Gozan no Okuribi, o también conocido como Daimonji. El festival es la culminación de O-Bon el 16 de agosto, en la que se encienden cinco gigante hogueras en las montañas que rodean la ciudad. Significa el momento en que los espíritus de los familiares difuntos, que se dicen que visitan este mundo durante el O-Bon, creen que vuelven al mundo de los espíritus.


Para terminar este post sobre Kyoto os contaré algunas de las observaciones que pudimos realizar en los primeros días en Japón:

- Los trenes y/o metros son muy fáciles de usar, todo está en inglés y si tienes alguna duda solo debes preguntar a los empleados de las estaciones, que no son pocos, y te ayudaran seguro. 

- Te sientes totalmente seguro en todo momento, ya sea de día como de noche.

- Japón esta increíblemente urbanizado, allá a donde mires se ven casas o edificios.

- También es muy fácil el tema de la comida. En la mayoría de los restaurantes tienen su carta en inglés y con imágenes de la comida. No es necesario ordenar bebida si no se quiere ya que te sirven agua gratuitamente, y no hay que dejar propina, ya que a ellos no les gusta.

- Las ciudades están repletas de cables por todos lados, que dejan una estampa muy curiosa.

- Kyoto es una ciudad muy muy muy limpia, ni un papel, ni una colilla, ni caquitas de perro, nada de nada. Y aun es más sorprendente cuando te das cuenta de que las papeleras brillan por su ausencia. 

- Y si tienes en algún momento algo de sed, no hay problema, encuentras una maquina expendedora cada 5 metros, sin exagerar. También encuentras los famosos Konbinis, pequeños supermercados abiertos 24 horas. 

Y hasta aquí nuestra estancia en Kyoto, que como ya os he comentado es de lo que más he disfrutado ya que es una ciudad muy bonita y con mucho que ofrecer. 






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